miércoles, 14 de enero de 2009

Otro que cae

El curioso concepto de libertad de expresión imperante en este país, ha costado una cabeza más: La del alcalde electo de un pueblecito castellano, Villalón de Campos, que se atrevió a defender públicamente a un alguacil condenado por delitos de agresión sexual y acoso sobre una limpiadora.

Digo yo, y quiero pensar, que si el alguacil ha sido condenado será culpable. Bueno, de hecho es culpable porque así lo reconoce la sentencia, así que sobre este punto no hay dudas. Pero flaco favor hacemos a los electores si un alcalde, elegido por voluntad popular, es obligado a dimitir por expresar una opinión personal.

¿Qué djo el alcalde? Pues lo que podéis leer más abajo. Se expresó mal, pero no creo que sea el único que plantea que a la base de la violencia de las mujeres hay otras causas que el patriarcado que nos quieren inculcar las feministas de género. Podríamos condenarle por expresarse de forma políticamente incorrecta, por dar una visión poco positiva de la violencia contra las mujeres, o por creer en la palabra de un condenado por sentencia firme. Pero, ¿puede el presidente de un partido, por unas declaraciones desafortunadas, obligar a alguien que ha sido elegido por el pueblo a dejar su cargo?

Por cierto, es curiosa la poca relevancia que se ha dado a su afirmación de que no se tuvieron en cuenta las pruebas que aportaba el alguacil...

Pero no nos extrañemos. Ya sabemos que todo es "Por ellas, para ellas... y de ellos"


"Sigo pensando que es inocente y no lo digo como alcalde sino como persona, tanto de violación como de agresión sexual, otra cosa es que hubiera algo de mutuo acuerdo entre ellos", ha sostenido Mazariegos.

La dimisión del alcalde se produce después de que pidiera al Rey el indulto del aguacil municipal, M.G, condenado a siete años de prisión por dos delitos de agresión sexual a una limpiadora.

En la exposición de petición de indulto, el alcalde y los otros dos firmantes arguyeron que el delito que se le imputó al alguacil "no es creíble por los habitantes de Villalón" y "las pruebas y testigos que él presenta no son escuchadas y, por tanto, no se tienen en cuenta", debido "quizás porque en estos momentos nos encontramos ante una ley -la de Violencia de Género- que ampara y sobreprotege a las mujeres".

Mazariegos ha confesado que se va como regidor municipal, cargo en el que estuvo entre 1987 y 1991 y desde 1999, con "rabia y dolor", por creer que "es lo mejor para el pueblo" y con "el respaldo" de sus vecinos, que en estas últimas horas le han "aplaudido y pedido" que no dimitiera.

"Les he tenido a los dos -al aguacil y a la limpiadora- muchas veces en mi despacho, eran íntimos amigos", ella "mentía y engañaba", y "sigo manteniendo la inocencia" del alguacil, para quien "volvería a pedir, a título personal, el indulto al Rey".

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