sábado, 5 de diciembre de 2009

Las campañas pro-violencia de género

Transcribo literalmente un mensaje de la lista de correo del partido CCPMI, sobre las campañas a favor de la violencia de género que tanto abundan en los medios de comunicación actualmente. Abunda en muchas de las ideas recogidas en "Por ellas, para ellas... y de ellos", y es que parece que no soy el único que piensa ni escribe en contra del pensamiento único. A ver si por fin conseguimos que alguien nos haga caso...

El autor responde al nombre de alephgaia, y escribe lo siguiente:

Estamos en España ahora mismo imbuidos en una espectacular campaña difundida por
todos los medios de comunicación, las instituciones y organizaciones sociales,
contra la Violencia de Género -denominación que no todos aceptan como adecuada-,
pero al margen de eso, me parece estupendo que se trabaje, se luche y se
consciencie a la sociedad de que nadie debe recibir malos tratos por parte de
nadie. Aunque quieren hacernos creer que sólo la mujer recibe malos tratos, y
los hombres no. Ciertamente la mujer es la principal víctima de estos malos
tratos, físicos, y que mayoritariamente son los hombres quienes los perpetran
contra ellas. Es reconocible, y esta nefasta tendencia debe ser erradicada.
¿Quien no puede estar contra eso?
Pero la forma de llevar a cabo esta campaña masiva me parece mal esfocada, desde
mi humilde opinión. Los motivos son los siguientes: la campaña va dirigida solo
a los hombres, como si todos los hombres fuésemos maltratadores -idea feminazi
ya casi aceptada y divulgada por todos los rincones, desde que se publicaron
unos datos supuestamente serios donde se afirmaba que el noventa y tanto por
ciento de la población mundial femenina era o había sido maltratada alguna vez-
Esto nos convierte a, prácticamente todos los varones, en maltratadores.
Precisamente lo que las corrientes feministas radicales (feminazis) quieres
hacernos creer a todos.
Por otra parte, en esta campaña dirigida a los hombres en exclusividad, se obvia
que la mujer también puede ser maltratadora. Decir esto hoy en día, al menos
aquí en España, ya es un pecado. Y pecado mortal de necesidad, por lo visto. Tan
solo decir esto te convierte en un antifeminista, que es como decir que eres un
machista recalcitrante y que estás en contra de los derechos de la mujer, de su
igualdad etc, etc... ahí está la trampa. Esta es la forma de acusar a cualquier
persona que diga que la mujer también maltrata al hombre, y así poderle "callar
la boca". Porque como en toda dictadura se sentencia: "o estás conmigo o estás
contra mi".
El Instituto de la Mujer -organismo que hace el recuento de personas
maltratadas- parece considerar solo como personas a las mujeres, -otra idea
feminazi- porque rara vez reconoce la muerte de un hombre a manos de una mujer,
cuando las estadísticas desde siempre se repetía en una constante que indicaba:
+-70% mujeres víctimas mortales, +-30% hombres víctimas mortales. Pero desde que
este organismo se hizo cargo de las cifras proclaman que casi el 100% de las
víctimas son mujeres. Por tanto todos los hombres somos unos monstruos, los
verdurgos en exclusividad.

En esta espectacular y masiva campaña contra la Violencia de Género, también se
reduce la difusión de ciertas noticias ofrecias por los medios, digamos que de
una manera disimulada, como ésta: "aumenta la violencia de los jóvenes contra
sus progenitores, donde más del 40% de los agresores, son chicas, y las ejerce
contra sus madres" -noticia de ayer mismo-. Tampoco parece que nadie se dé
cuenta de lo que ocurre en la calle o fuera de ellas, es decir, en los hogares,
en los centros de trabajo, en los centro de enseñanza; donde la mujer, ya
convencida de su superioridad cerebral, biológica, estética... tiende a
ningunear a los varones que tienen a su alrededor para así también confirmar que
ellas son mujeres que no les asustan los hombres, que ellos no se les imponen,
que son mujeres liberadas, mujeres modernas -por tanto superiores-.
A estas alturas qué mujer no cree ser más inteligente que cualquier hombre, o
más fuerte, o más valiente, o más activa, o más resolutiva, o más capaz...
siempre más que el hombre.

Al hombre ya solo se le suele mostrar, ante la mujer, y ante si mismo, como un
ser torpe, poco inteligente, cobarde, que no sabe cuidarse de si mismo,
violento, vago, básico -es decir, primitivo- que no está ni mucho menos a la
altura de la mujer. Para hacer más digerible esta idea han difundido la
sentencia lapidaría que dice: "Todos los hombres son Iguales", a bombo y
platillo, dicha en serio, y en broma, con intención y sin intención, pero ya es
aceptada como un hecho: todos los hombres somos iguales, es decir, primitivos,
básicos, violentos, poco inteligentes... con este sello impuesto al varón, ya
asimilado, irá calando progresivamente la idea feminazi del submacho. El
submacho sería algo así como, el hombre como ser inferior a la mujer, pues la
mujer representaria al verdadero ser humano, a la culminación de la evolución
humana, mientras que el hombre sería una especie de subhumano peligroso que la
Naturaleza "inventó" solo para la reproducción y mantenimiento de la línea
generacional femenina, y que socialmente solo serviría para la realización de
trabajos duros, como los que hasta hace poco realizaban los burros, como por
ejemplo.
En esta campaña contra la violencia de Género aparece por televisión cómo
ciertos colegios, organizaciones y asociaciones montan un teatrillo para
escenificar lo malos que podemos llegar a ser los hombres con las mujeres, de
cómo las violentamos psicológicamente, las controlamos, les metemos miedo en el
cuerpo con nuestra actitud primitiva y celosa. En estas representaciones se ve
como él varón (actor que encarna a su propio personaje) reprende a su supuesta
mujer (actriz que encarna a su propio personaje) por salir a la calle sola, o
por hablar con otro hombre o por no llegar puntual a una cita con él... unas
situaciones que a lo mejor se daba en los años treinta o cuarenta aquí en España
de manera generalizada; o se trata de situaciones que se dan actualmente pero en
paises de tendencia radical islámica por ejemplo; pero por favor, no aquí en
España como norma de conducta del varón. Estos casos sí se producen,pero de
manera más o menos reducida y en ciertos varones con problemas psicológicos o
psiquiátricos de celos patológicos. Una representación pues, un poco fuera de
lugar que acrecienta e intensifica la idea de que el varón español sigue siendo
un retrógrado sin solución.
Debo decir, y lo digo sin ningún temor a que me califiquen de lo que quieran...
que, si es cierto que la inmensa mayoría de agresiones físicas, es el hombre
quien las perpetra contra las mujeres, -la mayoría, no todas- pero personalmente
he visto que la mayoría de las agresiones psicológicas son perpetradas por la
mujer hacia el hombre. Yo he podido contemplar tristemente cómo por la calle una
mujer humilla a su marido verbalmente ante la gente mientras él agacha la cabeza
avergonzado. He visto cómo una novia grita a su novio ante sus amigos o ante
gente desconocida avergonzándolo, he visto muchos más casos de mujeres que
maltratan psicológicamente a sus compañéros de al contrario. Pero decir esto no
está bien visto, no es políticamente correcto. No se debe decir bajo amenaza de
excomunión de la vida social, o intelectual...Lo malo de todo esto no es solo
que este hecho no se reconozca o no se quiera reconocer, sino que el Estado, las
Instituciones y todo tipo de organizaciones intenten hacernos creer que también
somos los varones los únicos maltratadores psicológicos, y que se empleen a
fondo a para hacernos ver que esto es así.
Ahora parece ser que la consigna es "hay que castigar a los hombres" y se
emplean a fondo. Me llama la atención los viodeos musicales de ciertas
cantantes, sobre todo, muy muy modernas por supuesto, donde se aparecen
castigando al hombre por su comportamiento primitivo hacia ella. Ellas les
reprochan, les reprenden e incluso les castigan: hay un video que emiten ahora,
si no recuerdo mal de un grupo llamado "Enanos Verdes, la canción "lamento
boliviano" donde aparece una mujer vestida al más puro estilo sado-maso y un
hombre casi desnudo -imagen típica- que finalmente es atado mientras ella lo
fustiga con un látigo. Una imagen que solo podría observarse en películas
clasificadas X de temáticas parafílicas... ahora se vuelven ordinarias y hasta
ejemplificantes... no es que se pretenda que toda mujer haga eso con su pareja
masculina; no al menos físicamente, pero sí como poco dan un ejemplo de cómo
debe tratarlo psicológicamente. De manera subliminal se les ofrece a la mujer la
idea de que el hombre debe ser castigado, y si físicamente no pueden hacerlo lo
harán psicológicamente, "lo tienen merecido". Las canciones sobre todos
femeninas se han vuelto una proclama contra la naturaleza, inferior, de los
hombres... tan solo tienes que poner la radio o encender el televisor para
comprobarlo a diario.

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